Nueva York, octubre 11 de 2024. La Misión de Colombia ante Naciones Unidas, en alianza con el Consulado de Colombia en Nueva York, adelanta actos culturales de reconocimiento de responsabilidad y dignificación de la memoria histórica de las víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica.
Durante la semana del 7 al 11 de octubre, en el marco de la Conmemoración Nacional por la Dignidad de las Víctimas del Genocidio contra la Unión Patriótica, la Misión de Colombia ante la ONU en Nueva York desarrolló una serie de actos de reconocimiento público de hechos victimizantes, y de apoyo a procesos de reconstrucción de la memoria histórica sobre lo sucedido en el marco de la campaña de exterminio contra esa colectividad.
Como parte del plan de diplomacia cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores, la Misión invitó al artista Daniel Esquivia-Zapata, oriundo de San Jacinto, Bolívar, a realizar una obra en homenaje a Elizabeth Hurtado Villamarín y Fernando Valencia, jóvenes militantes de la Unión Patriótica asesinados a las afueras de Popayán en 1987. Elizabeth y Fernando fueron silenciados por su entusiasmo en la lucha por la paz con justicia social y la democracia en Colombia.
Esquivia-Zapata trabajó durante más de 60 horas, junto con Melissa Valencia, hija de la pareja, en la reconstrucción de la imagen de Elizabeth, a partir de fotografías y recuerdos, en un ejercicio profundo de reflexión, memoria y sanación. Una vez finalizado, el retrato fue expuesto en el Consulado de Colombia en Nueva York y posteriormente en la sede de Naciones Unidas, ante el público diplomático, víctimas, líderes sociales y representantes de los Estados miembros ante ese organismo multilateral.
Comenzando en 1984, y a lo largo de más de dos décadas, los simpatizantes y militantes de la Unión Patriótica fueron objeto de asesinatos, desapariciones forzadas, torturas y desplazamientos, actos sistemáticos de violencia que han arrojado hasta la fecha la dolorosa cifra de más de 6.000 víctimas. En 2023, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en un histórico fallo, encontró al Estado colombiano responsable por graves violaciones de los derechos humanos, y lo conminó a reconocer su participación en el exterminio y a reparar a las víctimas y a sus familiares.
“Nuestro Gobierno del Cambio está comprometido con impulsar una nueva cultura de paz, y con promover actos que dignifiquen los relatos de las víctimas”, pronunció el embajador Juan José Quintana durante el acto de reconocimiento en Naciones Unidas, al que asistió una comisión de congresistas colombianos encabezados por Carmen Ramírez, representante a la Cámara por la circunscripción internacional.
Amparada por la Ley 1448 de Víctimas, la Misión de Colombia ante la ONU seguirá adelantando acciones en pro del restablecimiento de la dignidad, el nombre y el honor de quienes han sufrido en carne propia los embates de la violencia política y los crímenes de Estado, con un énfasis especial en las mujeres.
Reconocer el pasado, combatir el negacionismo histórico y trabajar por la no repetición son tareas prioritarias en este largo camino hacia la paz.