Representante Permanente, Leonor Zalabata Torres
Leonor Zalabata Torres is a long-serving Arhuaco indigenous leader and human rights defender, native to the village of Kwakumuke, in Colombia’s Sierra Nevada mountains.
Over several decades, Ms. Zalabata Torres has strived for indigenous participation in public decision making, advocating for environmental justice and the rights of native communities to self-government, and territorial and cultural autonomy. In 1991, she was part of a small group of indigenous leaders that contributed to the drafting of Colombia’s new Constitution, which formally recognized the country's ethnic diversity, and paved the way for indigenous congressional representation.
Ms. Zalabata Torres has also served as Human Rights Commissioner for the Tayrona Indigenous Confederation and has been a leading member of the National Commission of Indigenous Peoples of Colombia.
Her systematic work on behalf of Indigenous Peoples has led her to take part in high-level international fora, such as the UN’s Permanent Forum on Indigenous Issues, the Conference of the Parties to the Convention on Biological Diversity, and the Seminar on Mechanisms for the Participation of Indigenous Peoples in the OAS. Ms. Zalabata Torres has also presented reports of violence against indigenous communities and human rights violations before the Inter-American Commission on Human Rights.
Leonor Zalabata Torres’ lifelong struggle has been internationally recognized: she was awarded the “Anna Lindh” Human Rights Award in 2007 and the Franco-German “Antonio Nariño” Award in 2019.
Ms. Zalabata Torres currently resides in New York, where she is the first indigenous woman to represent Colombia at the United Nations.
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Leonor Zalabata Torres es una líder indígena arhuaca, originaria del pueblo de Kwakumuke, en la Sierra Nevada de Santa Marta, con un largo recorrido en la defensa de los derechos humanos.
Durante varias décadas, la embajadora Zalabata ha luchado por la participación indígena en la toma de decisiones públicas, abogando por la justicia ambiental y los derechos de los Pueblos Indígenas al autogobierno y a la autonomía territorial y cultural. En 1991, formó parte de un pequeño grupo de líderes indígenas que contribuyó a la redacción de la nueva Constitución de Colombia, que reconoció formalmente la diversidad étnica del país y allanó el camino para la representación indígena en el Congreso.
La embajadora Zalabata también se ha desempeñado como Comisionada de Derechos Humanos de la Confederación Indígena Tayrona y ha sido miembro destacada de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas de Colombia.
Su trabajo incansable en favor de los Pueblos Indígenas la ha llevado a participar en foros internacionales de alto nivel, como el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Seminario sobre Mecanismos de Participación de los Pueblos Indígenas de la OEA. Zalabata también ha presentado denuncias de violencia contra comunidades indígenas y violaciones de derechos humanos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La dedicación de Leonor Zalabata Torres ha sido reconocida internacionalmente, por ejemplo, con el Premio de Derechos Humanos “Anna Lindh” en 2007 y el Premio Franco-Alemán “Antonio Nariño” en 2019.
La embajadora Zalabata reside actualmente en Nueva York, donde fue nombrada por el presidente Gustavo Petro como la primera mujer indígena en representar a Colombia ante las Naciones Unidas.