Debate abierto del Consejo de Seguridad sobre "El mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales: reflexión sobre la historia y reafirmación del firme compromiso con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas"
(Nueva York, 23 de febrero de 2015)
Intervención de S.E. Embajador Miguel Camilo Ruiz, Representante Permanente Alterno de Colombia ante las Naciones Unidas
Señor presidente,
En primer lugar permítame felicitarlo a usted y a su delegación por la conducción de las labores del Consejo de Seguridad durante el presente mes de febrero. Asimismo agradezco la intervención realizada por el Secretario General al inicio de este debate.
Señor presidente,
El tema que nos convoca es particularmente oportuno, no sólo porque nos acercamos a la celebración del 70º aniversario de la fundación de las Naciones Unidas, sino también porque hacemos frente a múltiples situaciones de crisis que se caracterizan por ser muy diversas entre sí y por evidenciar la evolución de las amenazas a la paz y seguridad internacionales.
Si bien existe un entorno cambiante, los pilares fundamentales sobre los que se sustenta la Organización hoy siguen siendo tan importantes y relevantes como lo fueron hace 70 años.
Como se describe en la nota conceptual preparada por China, el respeto a la soberanía, a la integridad territorial, a la independencia política, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados y la solución pacífica de las controversias internacionales son los pilares fundamentales sobre los que se sustentan el derecho internacional y las relaciones internacionales.
Estos no son conceptos vacíos que carezcan de significado en el mundo actual. Son valores y principios que sustentan un sistema en donde los Estados grandes o pequeños pueden convivir y trabajar de manera cooperativa, libre, independiente y democrática, en un entorno seguro y en beneficio de sus respectivas poblaciones y la humanidad en general.
Es por esto que se deben evitar interpretaciones expansivas y maleables destinadas a minar y distorsionar los principios y propósitos de la Carta con el fin de hacerlos irrelevantes. De lo contario, estaríamos favoreciendo un sistema en donde rija la ley del más fuerte, negando la diversidad que nos caracteriza y coartando la libertad de las sociedades para determinar sus propios destinos.
En este contexto, Colombia comparte lo expresado por China en la nota conceptual en donde se señala que "se debe respetar la participación democrática y en pie de igualdad al elaborar las normas internacionales. En particular, los países en desarrollo de tamaño pequeño y mediano, que constituyen la mayoría de los miembros de las Naciones Unidas, deberían participar en la elaboración de las normas internacionales relativas a la paz y la seguridad en pie de igualdad".
Por otra parte, tras casi 70 años de experiencia, es necesario una vez más reconocer que en materia de mantenimiento de la paz y seguridad internacionales no hay recetas generales aplicables que sirvan a todos los casos. Progresivamente se ha desarrollado la tendencia al interior del Consejo de Seguridad de abordar cuestiones temáticas transversales, lo cual tiene el potencial de llevar a la simplificación de asuntos que por su naturaleza deben ser abordados caso por caso. Se deben evitar aproximaciones o la adopción de medidas generalizadas que no correspondan a contextos específicos y que no den cuenta de la diversidad de factores que ameritan que una situación sea tratada o no por el Consejo.
Señor presidente,
Desde la misma negociación de la Carta de la ONU, Colombia ha promovido la cooperación con las organizaciones regionales y el arreglo pacífico de las controversias, otorgándole particular importancia a la aplicación de los capítulos VI y VIII.
En estos 70 años los mayores éxitos de la ONU en general, y del Consejo de Seguridad en particular, se encuentran en casos en donde se ha trabajado con las organizaciones regionales con coherencia política, visión común, uniformidad en la interpretación de las normas y certeza de lograr objetivos comunes. Y es aquí donde encontramos una de las razones fundamentales para reafirmar los propósitos y principios de la ONU, y particularmente del Capítulo VIII, en cuanto son el sustento del accionar común, de la cooperación y de la unidad en el propósito.
Si bien existen diferencias en la membresía, estructura y métodos de trabajo de la ONU y las múltiples organizaciones regionales, reiteradamente se ha demostrado que éstas últimas tienen una posición privilegiada, acceso único a actores claves, conocimientos y experiencias excepcionales sobre la situación en su región. De allí el reconocimiento en la Carta de su importancia como escenarios privilegiados para la solución de controversias, y de su participación como socios estratégicos en las actividades del Consejo de Seguridad.
Para finalizar señor presidente, el lenguaje de la Carta es claro en privilegiar la solución pacífica de controversias y acudir a medidas coercitivas solamente como herramienta de última instancia. Aún debemos trabajar en mecanismos y métodos de trabajo que permitan la plena implementación del Capítulo VI y desarrollar modalidades que privilegien el uso de los diferentes medios de arreglo pacífico de controversias de manera inclusiva, imparcial, objetiva y despolitizada.
Muchas gracias.