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Cancilleria de Colombia

Misión Permanente de Colombia ante la ONU en Nueva York

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(Nueva York, 5 de noviembre de 2009)

Intervención de la Embajadora Claudia Blum, Representante Permanente de Colombia ante las Naciones Unidas, 38th Sesión Plenaria de la Asamblea General Consideración de los Resultados del Segmento de Alto Nivel 52º Período de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes

 

 

Señor Presidente:

Mi Delegación celebra que la Asamblea General haya convenido esta sesión plenaria con el propósito de considerar los resultados alcanzados durante el 52º periodo de la Comisión de Estupefacientes, celebrada en marzo pasado en Viena.

Durante este importante evento, en el que los Ministros examinaron los avances alcanzados tras una década de la adopción de la Declaración Política aprobada por la Asamblea General en su vigésimo período extraordinario de sesiones, se adoptaron importantes decisiones sobre prioridades futuras y medidas urgentes para combatir el problema mundial de las drogas más allá de 2009.

Con la Declaración Política y el Plan de Acción adoptados en el Segmento de Alto Nivel, el mundo reiteró el compromiso acordado en 1998 de promover la efectiva aplicación de los principios rectores de la lucha contra las drogas. En este sentido, se reafirmó que cada uno de los eslabones que conforman la cadena del problema mundial de las drogas debe enfrentarse en el marco de la responsabilidad común y compartida y la cooperación internacional, con un enfoque integral y equilibrado y en plena conformidad con los principios y objetivos plasmados en la carta de las Naciones Unidas.

Al mismo tiempo, se reconoció que a pesar de los esfuerzos y progresos realizados por los Estados, las organizaciones internacionales y la sociedad civil, el problema mundial de las drogas sigue planteando una amenaza a la salud, la seguridad y el bienestar de la humanidad. Se observó, además que el problema mundial de las drogas, en todos sus aspectos, socava el desarrollo sostenible, la estabilidad política y las instituciones democráticas, constituye una amenaza para la seguridad nacional y el estado de derecho y reduce la eficacia de los esfuerzos para erradicar la pobreza.

Señor Presidente:

Colombia ha luchado por más de tres décadas contra este flagelo de manera constante y frontal. Por lo que mi país asigna especial relevancia a la renovación de estos compromisos por parte de la comunidad internacional. La experiencia nos ha demostrado que sólo cuando se atacan todos los frentes, se desestabiliza el sistema criminal que respalda el negocio de las drogas ilícitas. En este contexto, la efectividad de los ingentes esfuerzos desarrollados en el ámbito nacional se ve reducida si no se cuenta con el compromiso y la cooperación de todos los Estados.

Con el propósito de ofrecer seguridad, bienestar y cohesión social a todos los ciudadanos, el Estado colombiano adelanta una estrategia integral fundamentada en la reducción, tanto de la oferta como de la demanda, así como en el combate contra todos los delitos relacionados con las drogas ilícitas. Las instituciones colombianas han trabajado con empeño para combatir de manera armónica esta amenaza global y han logrado resultados contundentes que se reflejan en avances en la salud pública, el bienestar y la seguridad de toda la sociedad.

Hoy podemos decir que la producción y el tráfico de drogas están perdiendo terreno en Colombia. Las acciones nacionales han acercado al país a la meta establecida en el Plan Colombia hace ocho años de reducir en un 50% la producción de cocaína. Como se menciona en el Informe Mundial sobre Drogas 2009, el resultado de operaciones de aspersión aérea, erradicación manual, control a insumos químicos y proyectos de desarrollo alternativo impulsados por el Estado Colombiano, condujo a una reducción de la producción mundial total de cocaína.

Colombia quiere resaltar como un gran avance, reflejado en la Declaración Política, el reconocimiento al desarrollo alternativo como un instrumento útil para abordar el problema de los cultivos ilícitos desde la perspectiva del desarrollo. En este sentido, es necesario subrayar la importancia de ampliar la cooperación internacional para financiar, formular y ejecutar programas de desarrollo alternativo sostenibles en los países afectados por los cultivos ilícitos utilizados para la producción de drogas.

El fortalecimiento del apoyo de la comunidad internacional a las estrategias destinadas a la reducción de cultivos debe ser una prioridad, no solo en materia de recursos técnicos y financieros sino de apoyo político. El acceso preferencial de los productos provenientes de estas iniciativas a los mercados internacionales es un factor esencial para facilitar su sostenibilidad.

Señor Presidente:

Durante el Segmento de Alto Nivel de la Comisión de Estupefacientes, Colombia reiteró que el Problema Mundial de las Drogas es un fenómeno cada vez más global y de naturaleza transnacional que amenaza a toda la comunidad internacional. Insistió en la importancia de enfrentar las diversas manifestaciones que componen la cadena del problema mundial de las drogas, como son el consumo, el cultivo, la producción de drogas psicoactivas de origen natural y sintético, el tráfico, la distribución, el desvío de precursores químicos y el lavado de activos.

Al mismo tiempo, mi país advirtió que se hace urgente adecuar las estrategias nacionales e internacionales para responder a los graves desafíos planteados por los vínculos cada vez más estrechos entre el tráfico ilícito de drogas, la corrupción y otras formas de delincuencia organizada, en particular la trata de personas, el tráfico ilícito de armas de fuego, los delitos cibernéticos, el lavado de activos y la financiación del terrorismo.

La constante evolución y adaptabilidad de los medios utilizados por la delincuencia organizada exigen la actualización permanente de las estrategias. La comunidad internacional debe privilegiar un enfoque integral y multidisciplinario que le permita enfrentar los nuevos desafíos.

En este contexto, es indispensable mejorar las fuentes de información a nivel internacional para que los Estados Miembros comprendan las tendencias del problema y sus consecuencias. Se deben concebir mecanismos de planificación conjunta para enfrentar rutas y mercados específicos de tráfico y consumo de drogas. Es necesario contar con mejores sistemas de vigilancia para evaluar la eficacia de los programas y políticas de reducción de la oferta y la demanda. También se deben actualizar los sistemas de control y vigilancia para hacer frente a los retos planteados por las drogas sintéticas ilícitas.

En este sentido, la cooperación internacional debe estar encaminada hacia el cumplimiento de los compromisos y obligaciones adquiridos por los Estados en la lucha contra el problema mundial de las drogas y los delitos relacionados. Esto se puede lograr con la adecuada coordinación de planes y acciones entre países, la cooperación financiera y técnica y el intercambio oportuno de información operativa y judicial.

Una estrategia integral contra el problema mundial de las drogas solo puede ser sostenible y eficaz si toda la comunidad internacional enfrenta con igual decisión, y de manera conjunta, todos los eslabones de la cadena.

Señor Presidente:

Abordar el problema mundial de las drogas exige un enfoque integrado y equilibrado. La dicotomía entre la producción y el consumo, que ha caracterizado el debate durante tanto tiempo carece de validez y utilidad. Los países productores, los países de tránsito y los países consumidores son eslabones de una misma cadena. Todos debemos trabajar juntos para lograr resultados y avanzar en la eliminación de este flagelo de manera integral, incluyendo todas las actividades criminales que le sirven de sustento.

Colombia, por su parte, mantiene su compromiso indeclinable de continuar trabajando a nivel bilateral, regional y multilateral, mediante acciones eficaces de coordinación y cooperación que atiendan la naturaleza transnacional, dinámica y multidimensional de esta amenaza global.

Muchas gracias, señor Presidente.