Excelencias y distinguidos colegas,
Quisiera felicitar a Rumania, al Embajador Jinga por los importantes logros durante su Presidencia. Bajo su liderazgo la Comisión mejoró en su papel como una plataforma intergubernamental clave en el apoyo a los países afectados por conflictos. El informe anual que acabamos de aprobar es un reflejo claro del logro de las prioridades que esta Presidencia se planteó al inicio del año pasado.
También deseo expresar mi gratitud a todos ustedes por elegir a Colombia como Presidente de esta Comisión para 2019. La historia reciente de mi país, nuestra experiencia en la construcción de la paz y nuestro apego al principio de apropiación nacional guiarán nuestro trabajo durante los próximos doce meses. Nuestra confianza en la arquitectura de la consolidación de la paz - como receptor del apoyo del Fondo para la Consolidación de la Paz, como miembro de esta Comisión y uno de los principales impulsores de las reformas al interior de las Naciones Unidas - guiará nuestros esfuerzos para garantizar que 2019 sea un año exitoso para la consolidación y el mantenimiento de la paz.
De cara al futuro, veo una serie de prioridades que me gustaría compartir con ustedes para su consideración.
Primero, el papel de puente de la CCP. Las resoluciones de 2016 sobre el examen de la estructura para la consolidación de la paz exigían que la CCP desempeñara un papel de puente entre los órganos principales y las entidades relevantes de las Naciones Unidas. Por su naturaleza y su propia composición, la Comisión ya reúne a la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y el ECOSOC. Desde su creación en el 2005, los Estados miembros creían en esta estructura de la CCP precisamente porque la Comisión tuvo siempre la intención de fortalecer las sinergias entre las diferentes partes del sistema de las Naciones Unidas, respetando el mandato de cada organismo. Aliento a los Estados Miembros de esta Comisión elegidos por estos tres organismos a continuar explorando formas de fortalecer aún más esas sinergias y crear más coherencia a nivel intergubernamental.
En segundo lugar, la función de asesoría del CCP al Consejo de Seguridad. La función de asesoramiento de la Comisión al Consejo de Seguridad se ha ampliado en los últimos años. La CCP ha mejorado la pertinencia y calidad de su asesoramiento, en particular sobre cuestiones específicas de cada país, y el Consejo ha solicitado el asesoramiento de la CCP con mayor frecuencia. Acojo con satisfacción esta tendencia positiva e insto a todos a fortalecer aún más las relaciones entre el Consejo y la Comisión.
Una función de asesoría más fuerte será particularmente importante cuando el Consejo esté considerando la formación, examen y reducción de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz y las Misiones Políticas Especiales. En junio pasado, Colombia participó en una fructífera discusión entre los miembros del Consejo de Seguridad y la CCP sobre este tema. Durante la discusión, los Estados miembros señalaron que la CCP se encuentra en una posición única para brindar al Consejo perspectivas de consolidación de la paz amplias y diversas. Repetiré lo que mi predecesor en la Misión de Colombia destacó en esa reunión: países como Colombia solo pueden beneficiarse de una relación especial entre la CCP y el Consejo de Seguridad.
En tercer lugar, el enfoque regional. El valor de la CCP como plataforma de convocatoria es particularmente evidente durante su consideración de las situaciones regionales. Nos alienta la posibilidad de seguir contribuyendo a progresos como el señalado recientemente por el Secretario General quien destacó que después de años de esfuerzos, la Misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en Liberia ha concluido su labor, consolidando los éxitos de otras operaciones de las Naciones Unidas en África Occidental. En el informe que acabamos de aprobar se subraya que la prioridad de la Comisión es ayudar al gobierno de Liberia a implementar su plan nacional de construcción de paz y en esa perspectiva dialogaremos sobre su Plan Nacional de Desarrollo. Es en este tipo de situaciones, donde se involucra una gama diversa de partes interesadas, que la CCP puede fomentar enfoques coherentes y coordinados para la consolidación de la paz y el mantenimiento de la paz. Esta es la razón por la cual en enero de 2017 el Consejo de Seguridad solicitó a la CCP que apoyara a la Oficina de las Naciones Unidas para África Occidental y al Sahel en la movilización dentro de todo el sistema de las Naciones Unidas, los países del Sahel y otros socios internacionales y regionales para avanzar en la implementación de la Estrategia Integrada de las Naciones Unidas para el Sahel.
Tengo la intención de continuar el trabajo realizado por la República de Corea y Rumania y buscaré asegurarme que la Comisión pueda desempeñar un papel constructivo en apoyo de la consolidación y el mantenimiento de la paz en el Sahel.
También tengo la intención de reforzar la idea de que la consolidación de la paz es universal y que otras regiones del mundo también pueden beneficiarse del apoyo de la CCP.
También tengo la intención de reforzar la idea de que la consolidación de la paz es universal y que otras regiones del mundo también pueden beneficiarse del apoyo de la CCP. En este sentido, y en respuesta a una invitación que la CCP ha recibido de la Organización de los Estados Americanos, tengo la intención de visitar la OEA a principios de este año para discutir áreas de posible cooperación.
En cuarto lugar, las asociaciones. Además del punto que acabo de mencionar sobre las organizaciones regionales, creo que deberíamos buscar una colaboración más sólida con algunos de nuestros socios clave. En primer lugar, con el Banco Mundial, en la implementación del acuerdo alcanzado en junio de 2017, que destacó la importancia de convocar un diálogo anual entre la CCP y el Banco. Con el Banco Africano de Desarrollo, una organización clave que apoya a varios de los países con los que trabajamos. Buscaré posibles asociaciones con el Banco Interamericano de Desarrollo, así como con organizaciones subregionales, como ECOWAS y la Unión del Río Mano. El relacionamiento entre la Comisión de Consolidación de la Paz y el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana mediante la reunión que celebran anualmente debe continuar sirviendo al propósito de enfocar esfuerzos en prevención de conflictos, buena gobernanza, derechos humanos y reconciliación nacional.
En quinto lugar, las sinergias entre la CCP y el FCP. Colombia es un receptor del FCP. En 2017, mi gobierno se presentó ante la CCP para compartir su experiencia en la construcción de la paz y expresar su agradecimiento por el apoyo recibido por las Naciones Unidas. En esa reunión el mensaje se basaba en la importancia de un apoyo coordinado entre el país receptor y las Naciones Unidas –incluso al interior mismo del Sistema - para ser más eficaces en la construcción de la paz.
Creemos que el trabajo de la Comisión y el Fondo van de la mano. Con pleno respeto a la independencia del proceso de toma de decisiones del Fondo, celebro la tendencia reciente que favorece mayores discusiones sobre las actividades del Fondo en la CCP.
Tengo la intención de explorar formas de mejorar aún más estas sinergias con el fin de garantizar que podamos proporcionar un apoyo a la consolidación de la paz coherente y eficaz.
Sexto, buenas prácticas en la construcción de la paz. Las resoluciones de 2016 pidieron a la CCP que convocara a consultas para desarrollar y compartir buenas prácticas en la construcción de paz. Desde entonces, la Comisión convocó varias reuniones donde los países compartieron sus experiencias. Desde Kirguistán a Somalia, desde Burkina Faso a Sri Lanka, desde Papua Nueva Guinea a Colombia, este proceso evidencia que, a pesar de provenir de diferentes partes del mundo, a pesar de encontrarse en diferentes momentos de su historia, estos países enfrentan situaciones y desafíos similares, y podrían beneficiarse del aprendizaje de los demás.
Tengo la intención de ampliar aún más ese enfoque, hablar con posibles nuevos países pero también hacer un seguimiento de algunos de los países que se acercaron a la CCP hace varios años e invitarlos a que nos informen sobre sus progresos en la consolidación de la paz.
Enfatizaré en mi diálogo con ellos la idea de que el enfoque de la apropiación nacional es la piedra angular de la credibilidad y la eficacia de la CCP.
Séptimo y último, el examen de la estructura de la Consolidación de la paz, que tendrá lugar en 2020. El próximo año, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad examinarán por tercera vez, la estructura de la consolidación de la paz. En un momento en el que estamos avanzando en la implementación de las recomendaciones emanadas del examen de 2015, tengo la intención de convocar consultas informales con los Estados miembros para conocer sus opiniones sobre lo que esperan de la próxima revisión. También mantendré un diálogo regular con el Presidente de la Asamblea General y el Presidente del Consejo de Seguridad.
Excelencias,
El trabajo frente a nosotros es ambicioso y desafiante. Estoy agradecido por la decisión de la Comisión de elegir a los países del calibre de Egipto y Rumania para trabajar con Colombia liderando la CCP en 2019. Pero a pesar de nuestros esfuerzos, no tendremos éxito sin el pleno apoyo de todos ustedes. Para que tengamos éxito, cada miembro del CCP tendrá que contribuir activamente a nuestros objetivos compartidos.
Los aliento a todos a que consideren las prioridades que acabo de enumerar y a que compartan sus opiniones y sugerencias. Tengo la intención de recoger nuestras ideas en un borrador de programa de trabajo para 2019 que quiero alimentar con sus ideas y observaciones para poderlo compartir para mayor consideración en los próximos días.
Les agradezco una vez más por su confianza y apoyo y les deseo a todos un año de labores exitosas en el marco de la PBC.
